jueves, 27 de agosto de 2009

COMUNICADO DE PRENSA

Desde el MST Bariloche queremos manifestar nuestro más profundo repudio al golpe cívico militar de Honduras y apoyo a la resistencia y reivindicaciones del pueblo hondureño y rechazo absoluto a la instalacion de bases militares de EEUU en Colombia y cualquier otro pais de America Latina.



Se oyen otra vez expresiones como retenes militares, toque de queda, obediencia debida. Ya se habla también de múltiples violaciones a los derechos humanos y se denuncian al menos cuatro muertos.

Sabemos lo que significa un golpe de estado; significa censura, represión, desapariciones, torturas, exilio, presos políticos. Todo ello para terminar con cualquier forma de organización y participación de los trabajadores y sectores populares en lucha por sus derechos. Significa asegurar los mecanismos para avanzar en la destrucción de la salud y la educación, aumento de la desocupación y pérdida de todo derecho laboral para los trabajadores ocupados, incremento de la deuda externa atando a futuras generaciones.



Un golpe de estado, significa esencialmente, que se redoblan las ataduras, particularmente, con el imperialismo yanqui quién está detrás de la dictadura de Honduras, participando su embajador en la conspiración previa. EE.UU posee una base militar en territorio hondureño.



Hoy tenemos una nueva modalidad de golpe bajo la cobertura de las instituciones: en Honduras hay un parlamento golpista, una Corte Suprema golpista, un vicepresidente golpista, todos los cuales se inscriben en las derechas de América Latina que operan en Colombia, Venezuela, Bolivia, Perú y en todos los países contra los movimientos obreros, campesinos, populares, y de independencia nacional, colocando incluso, bases militares norteamericanas como las que se pretenden emplazar en Colombia y en cuyo rechazo se inscribe esta movilización.

Como ocurrió en la Argentina, grandes medios de comunicación le hacen el juego a los golpistas, grandes empresarios y sectores civiles son parte abiertamente de la dictadura, la cúpula eclesiástica los sostiene, la Corte Suprema los avala.
Las organizaciones campesinas, los sindicatos y organizaciones estudiantiles, populares y de derechos humanos de Honduras libran una lucha heroica de movilizaciones, huelgas y acción directa contra el golpe y por la reinstalación, sin ningún tipo de condicionamiento, del presidente Zelaya. Lucha que no ha permitido que la dictadura hondureña se consolidara. Con esta marcha queremos promover la solidaridad y la movilización continental de nuestros pueblos para llevar la lucha y la rebelión popular en Honduras a la victoria.
Las negociaciones en curso, incluida la de Arias, han permitido ganar tiempo a los dictadores y coaccionar para que se abandone la demanda de asamblea constituyente, donde incluso si retorna el presidente depuesto, se le imponen las demandas de los golpistas y la amnistía para los mismos. Esto, sentaría un peligroso precedente de modus operandi para los trabajadores y el pueblo de la región.
No podemos permitir que esta historia trágica vuelva a imponerse en un país de nuestro continente. El golpe no sólo es contra los hermanos hondureños, es una amenaza para todos los pueblos de América Latina. Si el golpe en Honduras se consolida, esto dará fuerza a todos los sectores reaccionarios de la región que, en este marco de crisis económica mundial, pretenden descargar sus consecuencias sobre las espaldas del pueblo trabajador.
Estas pretensiones son enfrentadas y serán derrotadas por la resistencia del Pueblo Hondureño, que hoy marcha por todo su país, hacia Tegucigalpa y San Antonio de Sula, enfrentando a los golpistas.
Decimos: ¡por la derrota del golpe!¡No a la impunidad a los golpistas! A los políticos y militares que participan y avalan la dictadura en Honduras sólo les cabe, igual que aquí, la cárcel común y efectiva.
Al pueblo hondureño le corresponde toda nuestra solidaridad. ¡Acompañaremos activamente la resistencia del pueblo hondureño! Debemos enfrentar un golpe de estado con todas nuestras fuerzas. La movilización y organización son nuestra herramienta.

Invitamos a movilizarnos el jueves 27 de agosto desde Onelli y Brown a las 17.30 hs

- NO AL GOLPE DE HONDURAS
– ABAJO LA REPRESION
- SOLIDARIDAD CON LA REBELION DEL PUEBLO HONDUREÑO
- SOLIDARIDAD CON LA DEMANDA DEL PUEBLO HONDUREÑO DE RESTITUCION SIN CONDICIONAMIENTOS DEL PRESIDENTE ZELAYA
-FUERA TODAS LAS BASES YANKEES DE AMERICA LATINA


MOVIMIENTO SOCIALISTA DE LOS TRABAJADORES - MST BARILOCHE

lunes, 17 de agosto de 2009

CRISIS ECONOMICA MUNDIAL

Crisis económica mundial: ¿pasó lo peor?
Autor: Carlos Miranda
16 de Agosto de 2009


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En las últimas semanas hemos visto a importantes analistas afirmar, a partir de algunos indicadores estadísticos, que lo peor de la crisis que estalló a principios de 2008 ya pasó. Por su parte, otros comentaristas sostienen que esto recién está comenzando. ¿Es cierto que lo peor de la crisis ya pasó?

¿Crisis cíclica o crisis del sistema?

Desde principios de los '70 del siglo XX las crisis económicas se vienen sucediendo a un ritmo de 3 a 5 años; el desarrollo de la crisis se viene dando de manera crónica. Sin embargo, a finales de los '80, el mapa político mundial, es decir el mapa de la "economía concentrada", ya que solo eso es la política, se modificó sustancialmente a favor del sistema capitalista. El experimento de la construcción del socialismo en la ex URSS y en un tercio de la humanidad fracasó, y de la peor manera. La implosión en el país de los soviets, la caída del muro de Berlín y la restauración capitalista en China, dieron las bases para que los intelectuales del imperialismo decretaran el fin de la historia, el triunfo de las fuerzas "ciegas" del mercado y del consumismo individual. La afirmación era que a partir de entonces, a pesar de las crisis cíclicas, se había abierto un periodo de crecimiento ilimitado. Los más cautos pronosticaban la continuidad de las crisis en el marco de una nueva onda larga de crecimiento económico, la cuarta de su tipo, decían, y algunos siguen diciendo.

En octubre de 2008 se abrió el debate de fondo. ¿Era esta una nueva crisis económica, si se quiere, tan profunda como la de los años 30 del siglo pasado? O, por el contrario, ¿estábamos en presencia de una crisis global del sistema, una de esas situaciones de ruptura que se presentan cada siglo, siglo y medio o más? En el pico del pánico financiero, del estallido de la burbuja inmobiliaria, fue unánime el coro de voces que anunciaban el fin del neoliberalismo. Sin embargo una corriente más serena, pero más justa, elaboraba la hipótesis de una crisis de fin de época, es decir un quiebre, una bancarrota del sistema como tal. Una crisis global: financiera, económica, política, militar, cultural, moral, del capitalismo, en fin: un cruce de caminos. La alternativa histórica de Federico Engels y Rosa Luxemburgo, como en otras oportunidades, se volvía a plantear: socialismo o barbarie. Pero esta vez, la barbarie adquiría las formas de liquidación de la especie y el planeta.

El viejo Marx se volvió best seller y El Capital batió récords de venta en la exquisita Europa. El fantasma del comunismo se vistió de Caribe y anidó en la Venezuela Bolivariana y sus enormes reservas petroleras. Los bancos y los financistas de Wall Street fueron asediados por inversionistas pequeños y medianos despojados de los ahorros de toda una vida de sacrificios. Pero, peor aún, el sistema tenía que soportar que se lo cuestionara como un todo. Y entonces, un afrodescendiente llegó a la Casa Blanca y un amante de prostitutas VIP se sostiene como el sucesor de Nerón en la Roma del Imperio que creyeron eterno.

La "civilización" de los automóviles y las lavadoras se derrumba como un castillo de naipes y las palabras solidaridad, igualdad, fraternidad y socialismo, vuelven a tener un sentido pleno, de perfume de futuro. Una materialidad más consistente que la estructura de un edificio de concreto y acero, uno de esos edificios que acechan el cielo.

Es aquí cuando nos dicen que la China milenaria muestra un crecimiento de su producto bruto, de sus inversiones, y del conjunto de su economía que indicaría que lo peor ya pasó... ¡Por favor!

El imperio del dólar

La fase superior del capitalismo, el imperialismo, es la época histórica donde domina el capital financiero. Es decir, donde los bancos y el capital, usurario, gaseoso, controla la producción y el consumo. Sin embargo toda esta estructura se sostiene por leyes objetivas que marcan el funcionamiento de la sociedad.

La historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases. Pero en el capitalismo, es también la historia de la lucha por la hegemonía de unos países sobre otros. El capitalismo es, junto con la lucha de clases a nivel nacional, el sistema de los Estados nacionales en pugna por la hegemonía y el control de los mercados a nivel planetario. La principal de sus contradicciones actuales.

Esta hegemonía, en el sistema capitalista, se conquista a través del comercio y se impone con guerras, invasiones y ocupaciones militares. Son necesarios, a veces, millones de muertos. Pero el centro de la lucha por la hegemonía se resuelve en los mercados. Y el mecanismo de resolución es el comercio de mercancías.

Aquí es donde no hay forma de escapar a las leyes de la economía política. Es decir, al funcionamiento de las sociedades, de los sistemas, de las fuerzas objetivas que marcan el rumbo. La mercancía por excelencia, la que resuelve el enigma del sistema, el gran fetiche, la mercancía en la que se expresa el intercambio de todas las otras mercancías, es el dinero. Así se resuelve la ganancia y la acumulación de capital.

Desde los principios del siglo pasado o antes, el nombre de la mercancía dinero es dólar. Pero este pasó por diversas etapas. En una época la emisión de billetes del dólar estuvo sostenida por su igual en lingotes o barras de oro; el dólar tenía un sustento distinto en una medida reconocida por todos como más universal que la producción de la economía norteamericana. Luego, y por mucho tiempo, la denominación dólar tuvo el respaldo de la producción de mercancías de la economía norteamericana y eso fue suficiente para actuar en el comercio mundial. Hoy, sin embargo, el dólar no tiene ningún respaldo material, más que la capacidad destructiva de la economía nacional que representa. No está respaldado por el oro u otro material reconocido universalmente; ni por la producción de mercancías norteamericanas, que se encuentra en crisis total.

El poderío del dólar solo se asienta en la cantidad de ojivas nucleares, misiles y fuerzas destructivas que tiene el imperio. En definitiva: el imperio del dólar es la dominación de las fuerzas de destrucción más poderosas que ha conocido la humanidad. Sin embargo, esto no es suficiente para solucionar la crisis de la economía mundial ni del sistema capitalista. Todavía tiene que demostrar, el dólar, que no se derrumbará al primer embate.

Dólar vs. Locomotora China

Los que sostienen que lo peor de la crisis desatada a partir del estallido de la burbuja inmobiliaria ya pasó, tienen como argumento el desarrollo de la economía china del último trimestre (pobre argumento). Para ellos la crisis desatada en 2008 es apenas un episodio en un escenario ascendente. Desde el punto de vista metodológico cometen dos errores: el primero es no tomar a la economía como fenómeno mundial único. El segundo es ver de manera estadística y no política el escenario mundial.

Desde que el capitalismo como sistema, ocupa todos los espacios del globo, se convierte en un sistema mundial único. No importa que las relaciones de producción en algún rincón del planeta sean más atrasadas. No importa que el desarrollo de la economía sea desigual, de país a país. El hecho es que el sistema más avanzado domina al sistema más atrasado en todos los ámbitos de la tierra. Es la ley del desarrollo desigual y combinado la que explica estos fenómenos. Todos ellos son mundiales a partir de la hegemonía del capitalismo como sistema. La economía es una economía mundo. Y la crisis del todo afecta a las partes. El ritmo lo marca el país o la economía central, hegemónica. Por lo tanto no importa que la economía China crezca durante uno o dos o más trimestres; el problema es que la crisis de las economías centrales - Estados Unidos y Europa - arrastran al resto. La resolución de esta contradicción viene por un nuevo reparto del mercado mundial. La historia muestra que esta resolución se da a través de guerras y revoluciones.

El segundo error también es grave. Calcular por porcentaje de crecimiento del PBI de un país secundario la salida de una crisis como la actual es como suponer que la resolución de la crisis se da de manera aritmética. Es decir, la suma del crecimiento de China resuelve la crisis de la economía mundial. Pero el argumento de la Locomotora, no funciona en esta situación. La locomotora China, asentada fundamentalmente en transnacionales estadounidenses y en el comercio con Norteamérica es una de las razones de la crisis actual. Eso es lo que explica que el principal acreedor de Estados Unidos sea China. Para decirlo de otra manera: por cada 100 dólares de deuda yanqui, 25 dólares son préstamos chinos. Es decir, un cuarto de toda la deuda norteamericana (500 mil millones de dólares del total) corresponde a préstamos chinos.

Una profundización de la recesión estadounidense, una moratoria de su deuda simplemente por no poder seguir inflando la burbuja del dólar, o cualquier otra razón menor, provocaría la bancarrota de la economía china inmediatamente. Nada índica que esto no pueda suceder. Por el contrario, esta es una perspectiva probable.

El billete del dólar se ha convertido en el peor enemigo del desarrollo económico del país capitalista que se desarrolla en China. Y puede, por un simple movimiento hacia abajo, buscando su realidad, hundir a la supuesta locomotora de la economía mundial.

La nueva fase de la crisis: la salida militar

Por el contrario a lo que sostienen los que ven el principio de la salida a la crisis en el rebote incipiente de la economía China, La crisis ha entrado en una nueva fase: la de la preparación de la salida militar. Lo que puede impedir esta salida es la reacción de las masas en los países centrales. De lo contrario deberemos prepararnos para una profundización de las acciones de intervención en nuevos escenarios por parte del imperialismo norteamericano y sus aliados.

El golpe en Honduras, las nuevas bases militares en Colombia, y las campañas preparatorias contra Ecuador y Venezuela son un síntoma de los tiempos que vienen. Lo mismo que el impulso para que la crisis política tome cuerpo en Irán, al igual que las amenazas de ataque militar por parte de Israel a ese país de Oriente Medio.

No es la perspectiva actual una guerra mundial clásica. Pero si la entrada en una nueva fase de la crisis. Si fracasan las salidas políticas y económicas, si estos primeros experimentos militares resultan con éxito, estaremos entrando en una nueva fase de resolución de la crisis. La disputa abierta, militar, por los mercados mundiales, que hoy se expresa en la lucha por el control de los recursos naturales básicos.

Si fracasan, se abrirá así una nueva situación. En esta perspectiva, lo importante es construir una verdadera alternativa de dirección revolucionaria. Socialismo o barbarie es la opción de la época. Y nuestra apuesta es al triunfo del socialismo.

jueves, 13 de agosto de 2009

FUERA YANQUIS DE AMERICA LATINA!!!


Nuevas Bases Yanquis en Colombia:



¡Fuera yanquis de Colombia y América Latina!

Desde la creación del plan Colombia allá por 1998, ideado por el presidente Andrés Pastrana, de Colombia y Bill Clinton de EEUU (del mismo partido demócrata que Obama, cuya canciller hoy es Hillary Clinton) que no hay una contraofensiva tan seria del imperialismo para hacer avanzar en un plan de militarización para Latinoamérica.

Si nos ubicamos 10 años atrás el plan Colombia fue diseñado como un plan contrainsurgente y contrarrevolucionario con el objetivo de derrotar el ascenso de las luchas de las masas sudamericanas que con el correr de los años fue derrocando algunos gobiernos proimperialistas en el continente. En el año 2000 el dinero destinado a este plan se distribuía de la siguiente manera: “704 millones de dólares están destinados al Ejército colombiano 205 millones más para la Policía y la Armada 410 millones para medidas de seguridad en los países vecinos, de los cuales, 325 serían para gastos adicionales de agencias de Estados Unidos y 85 para el mejoramiento de los programas en Perú, Bolivia, Panamá y Ecuador. Y sólo 180 millones de dólares se invertirían en el desarrollo de alternativas económicas en las zonas de cultivos ilícitos: 50 para Colombia, 90 para Bolivia y 40 para el Perú. 100 millones estarían destinados para apoyar la aplicación de la ley, los derechos humanos y la paz.”

En Colombia hubo un genocidio

Además de fortalecer el aparato represivo fundamentalmente del ejército colombiano, este plan tenía un pago a cuenta ya que ese ejército o su versión paramilitar estaban cometiendo un genocidio en Colombia desde los años 80’. El viernes 29 de mayo de este año organizaciones de derechos humanos y familiares pusieron en el centro de Bogotá, capital de Colombia, cientos de fotos de desaparecidos como campaña para que el estado reconozca 15.000 personas en esa condición. Esa es la medición más modesta, algunas organizaciones hablan de 50.000 personas. Se teme que la mayor parte de ellos hayan sido asesinados. Tan sólo líderes de las desmovilizadas fuerzas paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) han admitido unos 20.000 crímenes, de los cuales menos de un 10% de las víctimas han sido identificadas por peritos forenses. También es importante contabilizar los miles de sindicalistas asesinados desde 1986. Según un informe de la CUT fueron asesinados hasta diciembre del 2007, 2550 sindicalistas lo que convierte a Colombia en el principal violador de las libertadas sindicales en el mundo. 558 de esos crímenes fueron cometidos bajo el gobierno de Álvaro Uribe, actual títere (presidente) de los yanquis en Colombia, en todos los casos enmarcados en conflictos sindicales, es decir en luchas obreras y populares. Un consciente plan criminal para descabezar al movimiento obrero colombiano.
Pero las masas no cesaron de luchar. En el continente hay gobiernos impuestos por la movilización de masas revolucionaria que son independientes de los yanquis. Si bien se mantienen en los marcos del capitalismo han provocado que el imperialismo haya perdido importantes países bajo su dominación. La derrota del ALCA y la creación del ALBA le crearon más problemas. Por este motivo intenta otra contraofensiva, como quiso hacerlo en abril del 2002 contra el gobierno de Chávez y fracasó.

El Comando Sur operando

No es casual que esta contraofensiva se combine con el derrocamiento del presidente Zelaya en Honduras. La dinámica de la movilización y la convocatoria a una Constituyente podía haber llevado a un cierre de la base yanqui en Honduras (Base Soto Cano, en Palmerola), Pero también esta contraofensiva sirve para atender a la necesidad de buscar un reemplazo a la base de Manta en Ecuador que le dejaría sin atender el litoral pacífico por un lado y a un eventual cierre o no renovación del acuerdo con las Antillas Holandesa que le mantiene a los yanquis dos bases en Aruba y Curazao a pocos kilómetros de la costa venezolana con lo cual quedaría al descubierto el territorio venezolano y caribeño sur. Además de estas bases los yanquis tienen bases en El Salvador (Base Militar Comalapa), Costa Rica (Base Militar Liberia), Colombia (Base Militar de Arauca, Base Militar en Larandia, Base Militar 3 Esquinas), Perú cuenta con dos Bases Militares (Iquitos y Nanay), Paraguay (Base Mariscal Estigarribia). Además están la Base naval de Guantánamo en Cuba. Y no olvidemos el cierre en 2003 de la base de Vieques en Puerto Rico.
La revolución bolivariana es el principal objetivo para tener, 7 bases militares en Colombia (3 aéreas, 2 navales y 2 terrestres) si este plan avanzara. También es amenazado directamente Ecuador. Pero el objetivo estratégico es derrotar la movilización revolucionaria del movimiento de masas que desde hace 10 años a esta parte le esta propinando una paliza al imperialismo. Con desigualdades la movilización va imponiendo gobiernos que si bien no resuelven los problemas de fondo de los pueblos no son los que el imperialismo quiere porque son independientes de sus directivas. El comando sur es uno de los 5 comandos militares más importantes del pentágono. El comando sur tiene la responsabilidad sobre la vigilancia, el espionaje y el control del área de 19 países de América Latina.

Obama, con el garrote en una mano y la zanahoria en la otra

Obama es otro de los personajes políticos que últimamente recurren al doble discurso. Por un lado se llena la boca acerca de los derechos civiles y democráticos llevando adelante acuerdos para disimular sus objetivos cuando éstos no triunfan claramente y son resistidos por las masas como en el caso del golpe propiciado en Honduras que nadie puede atribuir a la decisión solitaria de una burguesía oligárquica hondureña que no puede ir a la vuelta de la esquina sin la aprobación de instancias importantes del imperialismo. Se abre con Cuba y piensa retirar algunas tropas de Irak y también aprovecha las expectativas que algunos sectores y la prensa han puesto en él declarando que “No puedo presionar un botón y de repente reinstaurar al señor Zelaya” o “No he autorizado una base militar estadounidense en Colombia, no me lo han pedido”. Detrás de las palabras esconde el verdadero objetivo. “Esa declaración no se apoya en los hechos, así es que seamos absolutamente claros de que tenemos un acuerdo de seguridad con Colombia durante muchos años y lo hemos actualizado” Ámbito Financiero, 9/8/2009. Obama puede quedarse tranquilo que los pueblos no esperaran que su gobierno restituya a Zelaya, si ello ocurriera será producto de la lucha del pueblo hondureño y continental. Pero detrás de la palabra “actualizar” “un acuerdo de seguridad con Colombia” esta lo que realmente quiere hacer el imperialismo en la región. Tal vez necesitemos un exponente del complejo industrial militar y más cercano al Pentágono para que quede claro. “"Sabemos, con alguna certeza, que elementos significativos de las Farc están actuando dentro de la frontera de Venezuela, y el gobierno venezolano no hizo mucho para combatirlo. Esa situación contribuye a un malestar en Colombia” declaró el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, James Jones a Folha de Sao Paulo, 6/8/2009. El asesor de Seguridad Nacional del presidente Barack Obama declaró también que, "el pacto EEUU-Colombia es un acuerdo como cualquier otro", y no hay razones para que genere temor en los países vecinos. "Mantuvimos tropas en Colombia en los últimos 20 años. No sé por qué las bases están consideradas en forma diferente ahora” Folha de Sao Paulo. Veamos la diferencia. Este garrote de Obama puede alcanzar cualquier punto del Sudamérica. "El teatro de operaciones de las bases norteamericanas en Colombia no será sólo el área andina, sino toda la región sudamericana. De acuerdo a un documento de planeamiento del Comando de Movilidad Aérea de Estados Unidos, se prevé el uso de un tipo de avión, el C-17, que no necesita recarga de combustible para sobrevolar la mitad del continente desde la base de Palanquero. Sólo quedaría afuera el área de Cabo de Hornos”, advierte Adriana Rossi, experta en narcotráfico y doctrinas militares de la Universidad Nacional de Rosario (UNR)” Miradas al Sur, 9/8/2009. Pero lo más significativo es que un informe del congreso yanqui define que Venezuela es un narco estado que sumado a lo dicho por Jones arma la justificación a una posible agresión. Brasil, país al que apuntan los yanquis para hacer pasar su política general hacia el continente se opone a esta avanzada militar. Celso Amorin, canciller de Lula señaló que "Lo que preocupa a Brasil es una presencia militar fuerte, cuyo objetivo y capacidad parecen ir mucho más allá de lo que pueda ser la necesidad interna de Colombia", y exigió "garantías formales" de Estados Unidos, según el diario La Nación.

La gira de Uribe

Por este motivo Uribe, quien faltará a la reunión de la UNASUR en Quito, hizo una gira por distintos países para buscar el apoyo a la instalación de las nuevas bases yanquis. Obtuvo algunas frases como que “era una decisión soberana de Colombia” de los presidentes de Chile, Perú, Brasil, pero en general hay oposición a la instalación de nuevas bases. Uribe no consiguió mucho realmente y que tenga que haber sido él el portavoz de la política imperialista habla de la debilidad política que tiene el imperialismo. Esto tiene que ver mucho con los problemas que tuvo el imperialismo con la política guerrista de Bush que tuvo que concentrarse centralmente en la guerra de Irak y Afganistán e ir perdiendo posiciones en América del Sur. El imperialismo no embocaba una en el continente sudamericano y si todo sigue así podría llegar a perderlo todo. Por esto no hay que descartar que provoque graves enfrentamientos militares en la región, con Colombia como gendarme en América Latina así como lo es Israel en Medio Oriente.

Fuera Yanquis de América Latina

Se necesita convocar a una movilización continental de repudio en cada capital de continente para expresar claro y fuerte que no queremos marines en nuestros países. Que queremos una América Latina libre del imperialismo y que exigimos el retorno de Zelaya a la presidencia de Honduras y que sea el pueblo hondureño mediante una Asamblea Constituyente quien decida su propio destino. Basta de Bases Militares Yanquis. Basta de acciones militares conjuntas con el imperialismo. Basta de ser testimoniales. Si el gobierno se opone al plan imperialista debería propiciar la propia movilización. Solo con la movilización derrotaremos al imperialismo en el camino de una América Latina en el Socialismo del siglo XXI.




Fabio Marucci

SE NECESITA UNA CONSTITUYENTE

QUE DECIDA EL PUEBLO!!!

Para que el que decida sea el pueblo:



Se necesita una Constituyente

Del “diálogo” gobierno-oposición, la Rosada o el Congreso no surgen las soluciones que hacen falta. Los grandes temas del país los debe resolver el pueblo.

Fijate, por ejemplo, el debate por los superpoderes y retenciones. El gobierno K busca que el Congreso se los prorrogue y así seguir fijando él las retenciones a su antojo. Proyecto Sur y otros bloques de centroiz-quierda lo apoyan si acorta un poco la prórroga. A su vez, la oposición patronal quiere recortar algunos superpoderes, pero más que nada eliminar las retenciones a las exportaciones.
Ninguna de esas posturas es justa ni democrática. Sobre todo, porque ninguno plantea que estas cuestiones clave las discuta y resuelva el principal afectado: el pueblo. Si la población pudiera participar y decidir, seguramente esos superpoderes serían historia y las retenciones se mantendrían pero bien segmentadas: muy altas para los pooles y exportadoras, y bajas para los productores chicos.

Todo de espaldas al pueblo

En todas las cuestiones decisivas pasa igual: discuten y resuelven de espaldas al pueblo. Desde ya, podemos ver sus reuniones por tele, movilizarnos y presionar, pero de última las resoluciones las toman ellos.
Así ocurre con las idas y vueltas por los tarifazos. Hay que luchar, y así lo hacemos, para que se deroguen. Pero la solución de fondo contra las privatizadas pasa por reestatizar las empresas de servicios y nacionalizar el petróleo y el gas bajo control de los trabajadores y usuarios. Y ni la Rosada ni este Congreso van a hacerlo. Si el pueblo pudiera decidir, por ejemplo mediante una Constituyente, en vez de negocios privados tendríamos verdaderos servicios públicos y se terminaría para siempre con la entrega de los recursos naturales a Repsol y demás multinacionales.
Y lo mismo con el salario mínimo. Fuera de las entidades patronales, ¿a quién consultaron el gobierno K y la CGT para fijarlo en 1.400 ó 1.500 pesos, cuando la canasta familiar hoy ronda los 4.000 pesos mensuales? Nada de esto sería igual si se abriera una instancia de verdadera participación y decisión popular.

Una salida realmente democrática

El minué del “diálogo”, la agenda del Congreso incluido el Presupuesto 2010 y los pactos del Consejo Económico Social son todos tejes y manejes entre cúpulas, donde los trabajadores y el conjunto del pueblo no tenemos ningún poder de decisión. Son nuevos versos y trampas en nuestra contra.
En mayo próximo la Argentina va a cumplir 200 años. Es preciso abrir los debates de fondo y los mecanismos necesarios para sentar las bases de un nuevo modelo económico y político de país, acorde a las nuevas realidades y necesidades. Todas las fuerzas que proponen un cambio deberíamos unir fuerzas en este sentido.
Como salida más estratégica, nosotros venimos proponiendo un proyecto anticapitalista y socialista. En esa perspectiva, llamamos a todas las fuerzas que proponen un cambio a impulsar juntos la convocatoria a una Asamblea Constituyente libre y soberana para que, en ese marco de movilización, el pueblo decida las transformaciones políticas, económicas y sociales que la crisis hoy reclama con urgencia.